¿Qué razones personales o profesionales le llevaron a descubrir el mundo del compliance?, ¿por qué optó por esta actividad profesional?
Hace varios años la dirección de nuestro despacho se dio cuenta de la creciente importancia de esta materia y varios abogados de distintas especialidades de nuestra firma empezamos a profundizar algo más sobre el compliance, lo que acabó cristalizando en la creación de una práctica específica.
A mí me interesan especialmente los aspectos metajurídicos de la ética empresarial que se encuentran en la base del compliance y de las reformas mercantiles societarias últimas sobre buen gobierno corporativo. También todo lo relativo a la autorregulación y compliance del sector farmaceútico y del producto sanitario.
Desde su experiencia profesional ¿Cuál es el papel que están llamados a desempeñar los abogados o consultores respecto a las funciones de compliance de las organizaciones? ¿Qué pueden aportar a sus clientes?
Sin duda que habrá que contar con ellos dada la enorme importancia de los aspectos puramente regulatorios y normativos cuya aplicación, interpretación y defensa siempre es necesaria.
Es evidente que los abogados y consultores cuentan con una mayor especialización por contar con una visión a veces más exhaustiva que les confiere el trabajar recurrentemente para clientes y sectores muy diversos.
¿Cómo ve la evolución del compliance en los próximos años?, ¿Qué espera del futuro en esta materia?
Estoy plenamente convencido que está práctica se va a seguir desarrollando mucho en los próximos años debido a que la cultura de compliance y la ética empresarial va calando cada vez más en las organizaciones y en las empresas. Es evidente la creciente importancia que se da al puesto de compliance officer en las empresas que demandan perfiles cada vez más especializados.
¿Cómo se especializó en compliance?, ¿Qué utilidad tienen para usted certificaciones profesionales como CESCOM?
Empecé leyendo todo lo que caía en mis manos y asistiendo a conferencias y eventos distintos sobre compliance pero, con toda sinceridad, llegó un momento en el que me di cuenta que mis conocimientos adolecían de cierto desorden.
Fue entonces cuando analicé los contenidos de los distintos programas y cursos sobre la materia y me pareció que la certificación del CESCOM era muy completa y transversal. Decidí “ponerme a prueba” y examinarme.
Me costó tiempo, esfuerzo y concentración conseguirlo pero valió la pena. Me parece muy acertado que esta certificación tenga que revalidarse periódicamente mediante nuevas formaciones, trabajos y artículos sobre la materia.
¿Están suficientemente protegidos los Compliance Officer en las organizaciones?, ¿Cree que el Compliance officer debe tener un estatuto jurídico propio?, ¿qué le pediría al legislador, en esta materia?
Desde luego que será necesario un estatuto jurídico propio. El legislador tiene que abordar esta cuestión basándose en cuatro palabras: Protección, reconocimiento, independencia y autonomía.
En todo caso, no olvidemos que lo anterior es papel mojado si este puesto no es respaldado por el órgano de administración de la Sociedad y se le dota de autonomía.
¿Qué le ha aportado formar parte de ASCOM como asociado?, ¿Qué espera de ASCOM en los próximos años?
Me ha aportado un conocimiento más profundo y una mayor especialización. En especial destaco el acierto de los grupos de trabajo de ASCOM y el contacto con otros profesionales que siempre enriquece mucho.
Estoy convencido que ASCOM seguirá creciendo e irá a más. Doy fe de la gran ilusión, esfuerzo y excelencia en su Junta Directiva y en sus asociados.