Esperanza Hernández, responsable académica del Instituto de Estudios de Compliance (IECOM) de ASCOM

“En una PYME hay una relación más cercana entre la dirección y el resto de los empleados. Esto es una ventaja frente a una gran empresa a la hora de establecer un programa de compliance

Por segundo año consecutivo ASCOM y la Diputación Foral de Bizkaia (DFB) han renovado el convenio de colaboración mediante el cual la DFB otorga una subvención para llevar a cabo el “Programa para el desarrollo de sistemas de compliance” destinado a pymes con presencia local en Bizkaia.

El objetivo de este Programa es que las entidades participantes puedan contar con las bases de un programa de sistemas de compliance certificable según la norma UNE 19601.

El perfil de las pymes que podrán acceder a este programa es el de empresas privadas de hasta 50 trabajadores y con domicilio en Bizkaia

Los sectores de actividad a los que se dirigirá el programa son: industrial, investigación, desarrollo de tecnología, servicios de ingeniería, comercio, educación, corredurías de seguros, gestión de residuos y medioambiente, servicios de asesoría y consultoría de todo tipo, ópticas y farmacia, construcción.

En esta entrevista, Esperanza Hernández, responsable académica del IECOM, explica los detalles de esta colaboración y las ventajas de que las pymes tengan programas de compliance propios.

¿Podría explicarnos que diferencias existen entre esta edición del 2020 y la anterior en cuanto a formación de pymes en compliance?

En esta edición hemos tenido en cuenta las aportaciones y sugerencias de mejora aportadas por los asistentes de la edición anterior. El programa de formación de este año es prácticamente el mismo que el año pasado, pero tratando de aterrizarlo más a la realidad de las Pymes y el contexto particular en el que este tipo de empresa realiza su actividad.

Esto puede conseguirse, por ejemplo, incorporando sesiones de carácter más práctico, en las que sean los propios asistentes quienes reflexionen y faciliten respuesta a muchos de los retos que se materializan en la implantación de una función y un sistema de compliance en este tipo de organizaciones.

¿Qué valores aporta a una pyme contar con un programa de compliance propio y contar con un compliance officer para su gestión?

El valor aportado no es muy diferente al de otro tipo de organizaciones. Un sistema y un programa de compliance contribuyen a una mejor gobernanza. El impacto fundamental es que se mejora el proceso de adopción de decisiones al incorporarse impactos que antes no eran tan tenidos en consideración y se mejora la gestión integral de los riesgos de la organización. En definitiva, se adoptan decisiones mejor informadas y se previene la materialización de riesgos de mala conducta.

En este sentido, un buen sistema y programa de compliance no solo debe contemplar las consecuencias legales de una decisión y el impacto económico para la empresa, sino también el impacto en terceras partes interesadas. Solo así se puede contribuir eficazmente a una mejora de la gestión de la dimensión ética de las organizaciones.

Al contemplar los riesgos desde una perspectiva más amplia e incorporar los intereses de terceras partes interesadas, se contribuye a mejorar la sostenibilidad en el largo plazo y generar un intangible cuyo valor es incuestionable, máxime en los tiempos que corren: la confianza en el buen hacer de la empresa.

Por otro lado, contar con un profesional especialmente dedicado a la gestión y puesta en marcha del programa de compliance, aunque no siempre está al alcance de todas las pymes, evidencia la apuesta real de la organización por la ética y el cumplimiento normativo, al tiempo que garantiza una mejor puesta en práctica de las políticas y controles que lo integran.

¿Qué rasgos debe contar un programa de com+pliance dirigido a una pyme?

Tiene que ser lo suficientemente sencillo como para no bloquear el día a día de la actividad de la empresa, teniendo en cuenta siempre el volumen de negocio, el número de empleados y los recursos disponibles para llevarlo a cabo.

Pero al mismo tiempo tiene que ser lo suficientemente robusto para prevenir y detectar a tiempo la materialización de los riesgos y evidenciarlo. Esto, que resultaría aplicable a cualquier tipo de empresa, es aún más necesario en la pequeña y mediana empresa, donde los recursos son más limitados y se dispone de menos medios.

La ventaja competitiva que tiene una PYME frente a una gran empresa es que la eficacia de un programa de compliance depende estrechamente de la cultura organizativa y el liderazgo y compromiso de sus órganos de administración y de dirección.

Y en una PYME hay una relación más cercana entre la dirección y el resto de los empleados. En la medida en la que los órganos de administración y de dirección de una PYME estén comprometidos y tengan clara la aportación de valor que he expuesto más arriba, y sepan inculcarlo y ejemplificarlo, será mucho más fácil poner en marcha y aplicar el modelo de compliance sin necesidad de recurrir a un sistema más complejo y burocratizado de control y supervisión, que a veces es inevitable en las grandes organizaciones.

¿Qué papel tiene la colaboración pública y privada, entre Diputación Foral de Bizkaia y ASCOM para formar a estas pymes en materia de compliance?

Por un lado, desde el sector público (en este caso la Diputación Foral de Bizkaia) se impulsa y se pone en valor el establecimiento de programas de compliance, y esto contribuye a que las empresas se tomen más en serio, si cabe, la iniciativa de implantarlos en sus organizaciones.

Que la Diputación Foral de Bizkaia haga esta apuesta por la difusión y promoción de compliance dice mucho acerca de su preocupación y el valor que otorga a la dimensión ética y de integridad de las empresas de su ámbito territorial.

Por otro lado, desde ASCOM, como asociación de profesionales expertos en compliance, se aporta un profundo conocimiento y experiencia práctica que ayuda a la implantación de programas de compliance genuinos y que sean adoptados desde el compromiso y el conocimiento de su verdadero alcance y significado.

Las empresas con la que hemos hablado valoran mucho la amenidad y profesionalidad de los expertos formadores de ASCOM ¿Es difícil lograr esta ratio?

Uno de los aspectos mejor valorados tanto de este programa de formación como de las distintas sesiones programadas dentro de la actividad habitual del Instituto de Estudios de Compliance, es la calidad de nuestros ponentes.

Y eso se ve principalmente, no solo en los conocimientos que aportan (muchos de ellos doctorados incluso en la materia), si no en que todos y cada uno de ellos tiene experiencia práctica sobre aquello de lo que hablan, y creen profundamente en lo que dicen. Eso facilita que los ponentes puedan abordar cuestiones mas teóricas al tiempo que amenizan la sesión con infinidad de ejemplos prácticos basados en su experiencia profesional.

Para lograr esta calidad tenemos la suerte de contar con la colaboración habitual de grandes profesionales, de distintas disciplinas, a los que desde aquí agradezco su continuo interés, y su esfuerzo y dedicación a la hora de preparar las sesiones. Contar con ellos es todo un lujo.

¿Cómo ve el futuro del compliance tras la pandemia del coronavirus?  ¿Hacia donde puede evolucionar?

Yo no creo que los fundamentos y la esencia de la función de Compliance vaya a evolucionar en un sentido muy diferente al que ya se lleva tiempo apuntando, al menos desde las ciencias sociales y del comportamiento. En este sentido, la evolución y mejora de la función de Compliance, al menos como yo la entiendo, está estrechamente vinculada a la capacidad de las organizaciones para comprender que un sistema de compliance debe centrarse, sobre todo, en la prevención.

Y para ello, el foco debe ponerse, cada vez más, en la comprensión de los factores que determinan la conducta y actitudes de quienes integran las organizaciones. En mi opinión, más que elucubrar hacia dónde puede evolucionar la función de Compliance tras la pandemia yo creo que lo interesante es ver qué podemos aprender desde ya del impacto de esta situación y los sistemas que se han puesto en marcha para prevenir.

Tal y como han sabido ver algunos investigadores académicos, esta situación permite conocer, como si de un experimento se tratara, qué conduce, por ejemplo, a que los ciudadanos cumplan con las medidas impuestas en cada país para prevenir contagios.

Recomiendo echar un vistazo, a estas recientes investigaciones, porque evidencian que el tradicional enfoque coercitivo y autoritario no parece ser el mejor enfoque de un programa de compliance.  Por el contrario, parece más eficaz un control facilitador (facilitar el cumplimiento) y atender a las consideraciones morales y motivaciones intrínsecas de los individuos.

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