Entrevista para Juan Ignacio Canosa, Director de Compliance de AstraZeneca y Secretario de la Junta Directiva de ASCOM.
¿Podría explicarnos que es AstraZeneca y como está estructurada la función de Compliance?
Es una función de soporte, como puede ser recursos humanos o el departamento financiero. La diferencia reside en que la línea de reporte es totalmente independiente y por tanto no reporta directamente al órgano de administración. Tiene una división con responsabilidad en el área de monitorización y auditoria y otra que se dedica más a la parte de business partner (formación, políticas, asesoramiento, investigaciones, etc.).
En su entidad, el papel del Compliance Office y el Privacy Officer coincide ¿Qué ventajas tiene hacerlo?
El área de protección de datos reporta directamente a Compliance. En AstraZeneca hemos decidido tener un DPO europeo y delegados de protección en cada país que coordinan y ejecutan las actividades locales.
Esto hace que se generen innumerables puntos sinérgicos, no solo desde el ámbito de aseguramiento sino también desde el punto de vista de monitorización y control.
En mi experiencia, el asesoramiento en cumplimiento tiene incluida, una vertiente de protección de datos, tanto el ámbito digital, como en transparencia o materia contractual.
¿Qué papel juega un Compliance Officer en un laboratorio como AstraZeneca?
El Compliance Officer debe conocer muy bien el entorno o las reglas de juego sectorial para poder realizar adecuadamente su labor. El trabajo incluye actividades de prevención (gestión de riesgos, cultura, políticas y procedimientos), detección (formación, reporting y monitorización) y actividades de respuesta (comunicación, canales de denuncia e investigaciones).
Da la sensación de que, al ser un sector muy regulado, farmacéutico, es más sencillo convencerse de su necesidad…
Pienso que el trabajo de interiorizar el cumplimiento es tan fácil o tan complicado como en otros sectores. Es cierto, que, teniendo reglas específicas para el sector, el marco de actuación es menos gris.
También es cierto que el sector farmacéutico ha tenido históricamente una tendencia pionera en esta área, y se ha ido estableciendo una cultura ética que ha permitido una distinción competitiva.
Es claro, que todavía queda mucho camino por recorrer y no nos podemos relajar. Pero pienso que tenemos unos cimientos sólidos donde seguir construyendo un fuerte modelo de Compliance.
Usted forma parte de la Junta Directiva de ASCOM, ¿Cómo ve el trabajo de esta asociación por profesionalizar el Compliance?
Este año se celebra el 5º aniversario del nacimiento de ASCOM y los objetivos siguen siendo tan sólidos como siempre.
Seguimos trabajando en unir y representar a todos os profesionales de Compliance, insistiendo en dotarles de una adecuada regulación de su función. Así, promovemos un esquema de certificación de conocimientos en la materia a través de la verificación CESCOM® y un foro de investigación, estudio y formación continuada como es IECOM.
Además, hemos establecido canales de comunicación con instituciones, reguladores y empresas, para actuar como punto de referencia ante los retos regulatorios a los que nos enfrentamos.
¿Qué valor tiene el grupo de trabajo sobre sector farmacéutico de esta entidad?
Como parte de nuestra misión, se han constituido diferentes grupos de trabajo, en las diferentes áreas que entendemos son relevantes. Sirven de punto de encuentro del sector para compartir las mejores prácticas en Compliance.
Uno de ellos es el grupo de trabajo del sector farmacéutico que presentó sus conclusiones en el día del Compliance Officer. En esta ocasión y a través de una encuesta a los diferentes laboratorios, se ha realizado un análisis descriptivo de los departamentos de Compliance en la Industria Farmacéutica.
¿Qué valoración nos puede hacer del último Día del Compliance Officer?
Estamos muy orgullosos de poder celebrar anualmente este importante foro de encuentro de los profesionales de Compliance. Además de interesantes mesas redondas, algunas de ellas con presencia de ponentes internacionales, tuvimos ocasión de entregar los premios ASCOM 2018, y como en otras ocasiones, entregar los diplomas acreditativos de CESCOM en su convocatoria 2018. Un día de celebración y encuentro, que se repetirá otra vez en 2019.
¿Es partidario de un Estatuto del Compliance Officer que regule la actividad profesional de este colectivo?
Por supuesto. Este es uno de los grandes objetivos de ASCOM. Como otras funciones, deberíamos contar con un marco regulatorio que protegiera la figura. Es necesario y urgente contar con este marco que defina claramente la profesión. En esto estamos trabajando desde el inicio, y siempre nos hemos puesto a disposición de las instituciones y el regulador para poder colaborar y ayudar a que sea una realidad.
¿Cree que el futuro de los Compliance Officer pasa por una especialización en materia de negocio: bancario, farmacéutico, alimentación, etc.?
El entorno y la especialización sectorial es muy importante para que el Compliance Officer realice su función con plenas garantías. Pero es cierto también que ese conocimiento del entorno es fácilmente adquirible cuando se comienza en un sector nuevo.
Hay innumerables ejemplos de profesionales de Compliance que han cambiado de sector y su experiencia es exitosa. En mi opinión existe un Pareto claro aquí. El 80% de la materia de cumplimiento es común a todos los sectores. Y por tanto fácilmente adaptable al 20% restante especifico de cada negocio.